domingo, 9 de agosto de 2009

La Revolución Permanente

Si bien el término "Revolución Permanente" se ha vinculado históricamente a la figura de Trotsky, son Marx y Engels los primeros en utilizarlo entre 1845 y 1850 como un axioma más de la teoría marxista, tratándose de una de las principales premisas del internacionalismo. Según la concepción marxista, ante un capitalismo desarrollado a nivel mundial, debia oponerse un socialismo a la misma escala. Marx y Engels consideraban que los países más industrializados serían los primeros en llevar a cabo la revolución, tras la cual deberían "ayudar" al resto de países a conseguir dicha etapa del desarrollo social.
En el marco de la Revolución Rusa de 1905, las difentes posiciones ideológicas dentro de los bolcheviques y mencheviques, propició la recuperación de la teoría de la "Revolución Permanente" por parte de Trotsky. Sin embargo, no sería hasta el desarrollo posterior de las luchas entre Stalin y Trotsky cuando se configurara como la posición abanderada del "Trotskismo" frente al "Socialismo en un solo país" de Stalin.
En 1930, Trotsky publica su obra La Revolución Permanente, donde expone las ideas básicas de ésta concepción marxista, basada en dos premisas:
1.- La burguesía de los países atrasados es incapaz de realizar la revolución democrático-burguesa, debido a su propia debilidad histórica y de clase y a su dependencia del capital exterior inyectado por el imperialismo capitalista de las naciones más desarrolladas. Ante éste hecho, correspondería al proletariado la tarea de desarrollar la revolución democrática, pero en lugar de finalizar ahí el proceso revolucionario (tal y como haría la burguesia), continuar hacia la Revolución Socialista.
2.- La otra premisa básica de dicha teoría se basa en la necesidad de no limitar la revolución a una única nación, sino que ésta debe "exportarse" y alimentarse en el resto de países, transformándo la revolución nacional en internacional, puesto que la Revolución Socialista sólo triunfará si alcanza a los países desarrollados.
Estas dos concepciones han generado gran polémica entre el marxismo internacional debido al enfrentamiento violento entre Stalinismo y Trotskismo, que presentaron dos modelos de marxismo totalmente encontrados. El primero de los puntos, según el propio Trotsky, quedó demostrado en el proceso revolucionario de 1917 en Rusia, donde la Revolución de Febrero, de corte democrático, no fue detenida en el gobierno de Kerenski (tal y como pretendía la burguesía), sino que consiguió dar el paso a la Revolución de Octubre, dando paso a la toma de poder bolchevique. Sin embargo, ésta concepción es criticada por algunos marxistas por suponer una colaboración con la burguesía en el proceso revolucionario, que, mal entendida, dio lugar en muchos casos a las traiciones socialdemócratas y al fracaso de múltiples revoluciones.
El segundo punto es un axioma básico del marxismo, donde ya Marx habla del internacionalismo del proletariado. Sin embargo, en la práctica, el modelo de Economía Planificada demostró la posibilidad de convertir un país atrasado en una potencia mundial, donde el problema no era el desarrollo económico, sino el burocratismo y la dificultad de transmitir la riqueza generada a la población. Si a ésto se le une la dificultad de equilibrar las diferencias entre los mercados externo e interno, se produce el colapso del sistema. Es por eso que, a pesar de las diferencias entre ambos modelos, Stalin y la URSS (tras la muerte de Trotsky), tratase de establecer un cierto internacionalismo con la intervención en el exterior tras la II Guerra Mundial para propiciar el desarrollo revolucionario.
No cabe duda que, se esté o no de acuerdo con las teorías expuestas, es importante que cualquier persona que desee conocer el marxismo, debe acercarse a una de las teorías más importantes del marxismo en el siglo XX. Algunos de los aspectos planteados por Trotsky son hoy en día, más allá de la polémica figura que las planteó, un elemento importante en un mundo cada vez más global. Debería hacernos reflexionar que el Capitalismo nunca tuvo una conexión a una escala mundial tan entretejida como hoy día, y que es necesario una estrategia de lucha internacional del proletariado. Sin perder de vista el marco local, regional y/o nacional, cada vez es más importante la labor internacionalista para frenar un proceso de Globalización tan brutal como el que acontece.